Desde todas las comarcas de la provincia de Teruel, los manifestantes han llegado en caravanas hasta la capital, para recorrer durante el mediodía del domingo las principales arterias de la ciudad. Se han concentrado en la explanada de Los Planos, donde han recogido globos y banderas con el lema de la manifestación, mientras sonaba la música de Carbonell y la canción de la ronda ¡Asti Queda Ixo! “paisajes metalizados”. La movilización comenzaba con un camión revestido con lonas, con una infografía que mostraba como la altura de un molino (de 200 metros) es más de cinco veces más alto que el viaducto de Teruel, y las torres de alta tensión compiten en altura con las torres mudéjares. Han recorrido la ciudad agitando las banderas y pitando, coincidiendo la cabecera y el final de la caravana tanto en el Acueducto como en el Óvalo.
El manifiesto exige un modelo sostenible y equitativo para las renovables
Al finalizar, en la puerta del Palacio de Exposiciones, Raquel Benedí y Diego Loras, como portavoces del Movimiento ciudadano, han dado las gracias a todos los participantes y han realizado la lectura del manifiesto, que recordaba cómo a lo largo del siglo XX, el territorio turolense ha sido el escenario de “una continuada extracción expoliadora de sus recursos naturales, minerales y energéticos. Todo ello solo ha generado un escaso y efímero desarrollo de la provincia, porque el crecimiento industrial y el aprovechamiento de esos recursos se han hecho en otras provincias españolas”. Denunciaba que esta situación ha provocado la marcha de familias enteras, “dejando las empresas extractoras a cambio, profundas e irreversibles cicatrices en el territorio”, en referencia a las minas de hierro, arcilla, caolín y carbón que se han explotado por toda la provincia y a las centrales térmicas.
Los portavoces han destacado que “hoy, con los mismos propósitos de extracción hacia fuera, plantean seguir llevándose de Teruel la energía, plantando por toda nuestra provincia molinos y placas solares que, una vez instalados, apenas generan empleo”. Una situación que consideran que provocará más despoblación, como ha ocurrido en otros lugares, y “destrozará sin remedio los grandes recursos que tiene el territorio para fijar población: el turismo de naturaleza, el patrimonio cultural y social”.
Han transmitido su preocupación por la llegada de los visitantes y turistas actuales, si toda esa riqueza propia desaparecer, “¿seguirán haciéndolo cuando vean el territorio lleno de placas solares y de molinos eólicos con el molesto, monótono y continuo ruido de sus aspas?”
Teruel Existe enfatiza que está a favor de las energías renovables. Los portavoces han expresado que es absolutamente necesaria y urgente la transición ecológica para luchar contra el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, “pero no de la forma apresurada, abusiva y descontrolada como se proponen hacerlo las empresas conseguidoras de tierras y de autorizaciones”, y han mostrado su preocupación por la búsqueda del “enriquecimiento súbito, y por quienes desearían disponer de un cheque en blanco, bajo el disfraz de promotores de energías renovables”.
El Movimiento ciudadano ha recordado que una política adecuada debería implantar pequeñas instalaciones que permitan el consumo y el autoconsumo energético en sus inmediaciones, y localizar de las grandes instalaciones cerca de las redes y los lugares con mayor consumo, buscando el mínimo impacto en el paisaje. Valoran que en España y en Aragón se está planteando “justamente lo contrario”. “¿Por qué se proyectan en la provincia de Teruel instalaciones que serán capaces de producir la quinta parte del consumo de toda España? La respuesta está muy clara: la búsqueda de grandes extensiones de terreno muy barato para convertirlas de facto en suelo industrial, aunque se trate de espacios de gran riqueza natural. Puro colonialismo”.
Un canon extrafiscal a las renovables para fomentar el desarrollo del territorio
Han defendido que la extracción de energía debería estar sujeta “al abono de un canon a favor de los territorios productores, acorde con los inmensos beneficios que producen estas instalaciones”, recordando que los pequeños ayuntamientos “no tienen capacidad técnica para valorar el impacto en sus términos municipales y cuya gobernanza está condicionada por sus ínfimos presupuestos y escasa población, son fácil presa para las grandes empresas, capaces de destrozar su patrimonio cultural y paisajístico por muy poco dinero”.
Valoran que es imprescindible la confección de un plan específico que establezca, “rigurosa y pormenorizadamente, las superficies cuyo valor natural, paisajístico, cultural o de biodiversidad no permitan ubicar este tipo de instalaciones”, y con ello “evitar que los posibles daños, a medio y largo plazo, sean mucho mayores que las ventajas a corto plazo de la producción de energía renovable”. Han denunciado que “resulta incomprensible que la inmensa mayoría de los parques eólicos o de energía solar de la provincia estén propuestos en las sierras y entornos naturales con mayor valor”.
También han recordado el impacto y “enorme perjuicio” que causan los grandes caminos de acceso a las instalaciones, los movimientos de tierras y las kilométricas líneas de alta tensión, “todo ello destruye el suelo natural y los elementos patrimoniales, etnológicos, pecuarios y agrícolas”.
Denuncian la falta de rigor en los procedimientos y en la evaluación ambiental
Además, han denunciado que “la división de estos grandes parques, para facilitar al procedimiento de autorización administrativa es una medida fraudulenta, que impiden disponer de un auténtico estudio sobre el impacto ambiental”. También valoran que la mayor parte de los estudios de evaluación de impacto ambiental “han sido precipitadamente expuestos al público, presentan grandes carencias en el inventario de valores a conservar, y proponen medidas correctoras que en muchas ocasiones son ridículas e imposibles de cumplir y de controlar”. Han zanjado que “son meros instrumentos para ajustarse al índice legal y justificar lo injustificable”.
“Hagamos las cosas bien”
Recuerdan que se está generando “un indeseado enfrentamiento y ruptura social” y que las declaraciones de interés social o de utilidad pública “no se entienden en el caso de instalaciones privadas con ánimo de lucro”. Han demandado que el futuro del territorio debe ser objeto de una “auténtica participación pública, no de una mera y fugaz información pública”.
Denuncian que “esta falta de transparencia cuenta, paradójica e inexplicablemente con el aparente apoyo de las administraciones públicas encargadas de velar por la defensa del territorio, al limitarse a cumplir con los mínimos que establece la legislación vigente, no adaptada esta lluvia de proyectos de gran entidad”.
Finalmente, han recordado que la Ley de Ordenación del Territorio de Aragón proclama que los paisajes de Aragón quedan reconocidos jurídicamente como elemento fundamental del entorno humano, expresión de la diversidad de su patrimonio común cultural y natural, y como fundamento de su identidad. “Son unas sabias palabras, que las administraciones no deben olvidar cuando los poderes económicos y financieros ponen su mirada en el territorio turolense”. Y han concluido destacando que “es hora de detener y reformular este despropósito. Hagamos las cosas bien, Renovables, sí, pero ASÍ NO”.