Recorremos la comarca del Matarraña para conocer tres proyectos con espíritu innovador y capacidad de reinvención. Sus gerentes nos cuentan cómo gracias al servicio de Internet de Embou, teleoperadora aragonesa del Grupo MÁSMÓVIL, es más fácil desempeñar su trabajo en el medio rural y cumplir su sueño de vivir en el pueblo.
Alberto Riba, junto a su mujer Sonia Pruna, llevan una explotación de ovino en extensivo en las inmediaciones de Valderrobres, con 600 ovejas para la producción de Ternasco de Aragón. Un negocio familiar con décadas de historia en su haber. Y es que el padre de este ganadero aragonés fue uno de los fundadores de la cooperativa que hoy es Grupo Pastores. “Teníamos muy claro que queríamos quedarnos en el pueblo y apostamos por continuar con el legado de nuestros antepasados”, asegura Alberto.
Gracias al servicio de WiMAX con Embou, pueden utilizar un lector electrónico que les permite monitorizar la información genética de cada oveja para enviar datos a la asociación Pastores, tanto a Zaragoza como a Madrid. Anteriormente, cada vez que tenían que enviar esta información, se veían obligados a recorrer varios kilómetros hasta Valderrobres, por lo que la posibilidad de hacerlo desde la propia explotación, cuentan, les ha facilitado mucho su trabajo.
Reproducciones Estecha, con los hermanos Isaías y Antonio Estecha al frente, son un fiel ejemplo de adaptación continua y evolución constante. Ofrecen soluciones y sistemas para la tematización con mortero y recrean espacios y mundos nuevos imitando materiales como la roca, el ladrillo o la madera. Para entender el tipo de trabajo que realizan nos invitan a pensar en construcciones como las de Port Aventura o Terra Mítica. Hoy en día tienen dos líneas de negocio: una escuela internacional de tematizadores y una tienda online a través de la cual comercializan sus estructuras yherramientas.
“Tuvimos propuestas para llevar la empresa a Madrid o Bilbao, pero no quisimos moverla del pueblo. El I+D+i real en España está en el medio rural, por pura necesidad las empresas tenemos que reinventarnos e innovar para sobrevivir”, nos cuentan. Isaías está convencido de que Internet es la columna vertebral del negocio y que sin él, sería imposible abrirse al mundo y, por tanto, subsistir. “Tenemos muy buena relación con Embou y destacamos su cercanía y rapidez”, concluye Isaías.
Alberto Moragrega es uno de los propietarios de La fábrica de Solfa, una antigua papelera convertida en hotel en el corazón de Beceite. Ofrecen 8 habitaciones con encanto desde las que se puede escuchar el rumor del río y un restaurante de 30 plazas con vistas panorámicas. Además, tienen una agencia de viajes de turismo activo por la comarca. “Decidimos contratar Internet con Embou para poder ofrecer una buena WiFi que cubriera todo el hotel para mejorar el servicio a nuestros clientes”, explica Alberto.
Tanto negocios como particulares de la comarca del Matarraña que confían en Embou para disfrutar de servicios de telefonía e Internet son asistidos por la compañía Puyo Área Tecnológica, distribuidora de Embou, desde hace 15 años. Sergio Puyo, uno de sus socios, destaca la importancia de su trabajo conjunto para minimizar la brecha digital y aumentar las oportunidades en las zonas rurales.
Embou, empresa del Grupo MásMóvil, ofrece cobertura de Fibra en 12 de las 18 localidades del Matarraña: Aréns de Lledó, Cretas, Fórnoles, Fuentespalda, Lledó, La Portellada, Peñarroya de Tastavins, Torre de Arcas, Torre del Compte, Valdeltormo, Valjunquera y Valderrobres. El resto navegan con WiMAX con hasta 30 Mb de velocidad y la previsión es desplegar la fibra óptica este año, para que toda la comarca del Matarraña esté conectada a alta velocidad. La única excepción será Monroyo, a petición de su Ayuntamiento.
Embou lucha por la igualdad de oportunidades entre el medio rural y el urbano desde 2003 y hoy provee de internet y telefonía a más de 1200 localidades para hacerlas más habitables y más competitivas. Además, desde 2020 Embou presta sus servicios también en las ciudades de Zaragoza, Huesca y Teruel, conectando tanto al entorno rural como al urbano para hacer de Aragón una de las comunidades autónomas mejor conectadas de España.