La Policía Local de Teruel cuenta con un dron desde estas pasadas navidades con el fin de tener una perspectiva más para poder controlar determinadas situaciones.
Según ha explicado el inspector jefe, Pedro González, en un principio el uso iba a ser sobre todo para control urbanístico, “para poder acceder a lugares que quedan lejos o la visual no es buena”, pero enseguida se dieron circunstancias que en las que también fue muy útil la visión desde el aire como en Nochebuena y Nochevieja para controlar que no se produjeran reuniones de más personas de las permitidas a causa de la pandemia de coronavirus y se guardaran las distancias de seguridad en distintos puntos de la ciudad, o más recientemente tras la borrasca Filomena para comprobar el estado de la nieve en los tejados.
El dron se ha usado en distintos días, y en muchos de ellos se ha volado varias veces al día, para comprobar la situación en distintos momentos, por ejemplo en Nochebuena y Nochevieja se voló por la mañana y por la tarde. Lo mismo ocurrió tras la nevada, que se voló varias veces el mismo día para comprobar distintos puntos.
Tres agentes de la Policía Local de Teruel han recibido formación como pilotos de drones, no sólo en lo que se refiere a la técnica sino también a toda la normativa vigente al respecto, siendo especialmente escrupulosos en todo lo relacionado con la protección de datos.
Hasta el momento no se ha puesto ninguna denuncia a raíz del uso del dron. “Lo que se intenta es detectar situaciones que a nivel de calle no se pueden ver para poder actuar lo más rápido posible si fuera necesario”, asegura González.
Infinitos usos
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, destacaba que el dron tiene “infinitos usos” y proporciona imágenes “de gran calidad”, a la vez que agradecía la labor que lleva realizando la Policía Local “desde el minuto uno de la pandemia y todo lo que está ocurriendo, pero también por su implicación en la incorporación de las tecnologías que nos permiten dar un mejor servicio a todos los ciudadanos”.
Para la concejal de Policía Local y Seguridad Ciudadana, Ana Oliván, este dron “es una herramienta muy potente” que tiene “muchísimas aplicaciones” incluyendo el control de tráfico, permitiendo cubrir superficies muy extensas en tiempo real y aportando información muy útil. “La verdad es que más contentos no podemos estar con el balance de su uso”, señalaba, añadiendo que “es una buena inversión”. El dispositivo ha costado unos 1.600 euros, a los que hay que añadir los costes de formación de los pilotos.
En general, el dron se va a seguir utilizando para control urbanístico pero también en cualquier otra situación que suponga un riesgo o un peligro concreto, así como en grandes concentraciones de personas cuando en el futuro se puedan celebrar eventos, que incluso cuentan con planes especiales de protección. La idea es sumar este recurso con el fin de tener unos ojos que permitan ver lo que habitualmente no se puede observar desde el nivel del suelo.