Vivimos tiempos complicados. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 está generando multitud de consecuencias que se están dejando notar y mucho en el territorio: un número muy elevado de contagiados y fallecidos, los sectores afectados por los confinamientos y restricciones están pasando serias dificultades, el número de desempleados crece a pasos agigantados, muchos son todavía los ciudadanos que están bajo el paraguas de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y los servicios sanitarios están sometidos a una presión extenuante.
Una realidad nada sencilla, a la que hay que sumar los problemas que ya de por sí vive nuestra provincia sin que el Gobierno central o el Ejecutivo regional pongan las medidas necesarias encima de la mesa para poder resolverlos. Seguimos sin contar con infraestructuras terrestres y digitales del siglo XXI, los hospitales continúan siendo unos esqueletos de hormigón, los agricultores son ninguneados y engañados de manera reiterativa, la fiscalidad específica para las zonas despobladas es aún una quimera, el Plan de Transición Justa solo es un anuncio caduco en medios de comunicación y las medidas para la despoblación no se materializan de una vez por todas. Muchas palabras y titulares, incontables las mentiras y creciente el descontento de la sociedad turolense.
Los 236 municipios del territorio no se resignan y no aceptan las constantes negativas que están recibiendo por parte del Gobierno de Aragón y también del Ejecutivo nacional a sus justas reivindicaciones. Además de todos los retrasos acumulados en proyectos estratégicos en los que nada ha hecho el PSOE en ambas administraciones, no podemos olvidar tampoco el NO recibido a la mejora de las carreteras de la provincia, a optimizar los consultorios médicos, a ayudar a los afectados por las borrascas Gloria y Filomena, a compensar a los agricultores turolenses por su perjuicio con relación al resto de Aragón, a dotar de habitaciones individuales los hospitales de la provincia… Así hasta un buen número de peticiones que siempre encuentran el desprecio por parte de los representantes gubernamentales en España y Aragón. Del PSOE y de las formaciones que le apoyan en Madrid y Zaragoza.
Teruel nunca ha sido un territorio resignado. Jamás se ha callado cuando está en juego su futuro y su porvenir. En ningún momento se ha quedado parado ante las injusticias que se cometen con sus gentes. Y hay muchas en todo este tiempo, tanto en la prestación de servicios sociales que garanticen la calidad de vida, como en la mejora de las infraestructuras y en el apoyo a los sectores más vulnerables. Ahora más que nunca debemos trabajar en ello y parece que en el Pignatelli o en el Palacio de La Moncloa no se han dado cuenta.
El Partido Popular de Teruel, en este difícil contexto que tenemos en nuestros días, no se ha quedado parado. En su XIII Congreso Provincial ha renovado una buena parte de sus órganos de dirección y ha afianzado su proyecto político con un único objetivo: mejorar el bienestar y la vida de todos los turolenses, y aprovechar las oportunidades que tiene el territorio. Reivindicaremos, al lado de la gente, que los habitantes de nuestros municipios tengan un futuro y porvenir en la provincia, que no deban renunciar a su derecho y anhelo de residir aquí y que las administraciones pongan todos los mecanismos a su alcance para que así sea.
Decimos claramente SÍ a Teruel y a sus 236 municipios. A las 10 comarcas, que poseen enormes posibilidades si vamos en la buena dirección. Si se atienden las demandas de sus gentes y si las políticas que se pongan en marcha buscan verdaderamente el bienestar de los ciudadanos. Pensar en ellos antes que en cualquier otra consideración partidista. Esa es la obligación de todos los representantes públicos y el Partido Popular la defenderá a través de sus alcaldes, concejales y afiliados.
Creemos que es oportuno trazar un plan estratégico en el cual se especialice a cada comarca en aquello que mejor sabe hacer. Pensar en la importancia turística, en el pujante sector agroalimentario, en el carácter estratégico de algunos emplazamientos o en las posibilidades que se abren ante nuestros ojos y que tenemos la obligación de aprovechar. Quedarse quietos nunca es una opción. Transitemos esos caminos porque de ello depende el futuro de los turolenses y la inacción nunca será justificable. Al menos nosotros no vamos a pararnos en ningún momento.
El Partido Popular de Teruel cree firmemente en la provincia y en sus posibilidades. Nuestra principal preocupación ha sido y seguirá siendo los habitantes de todas las localidades. En ellos pensamos y por ellos trabajamos. Por su futuro y bienestar. Por un porvenir en el que las dificultades sean superadas y en el que hablemos de empleo, actividad económica y crecimiento demográfico. Que el paro, el éxodo a otros territorios y el pesimismo sean relegados al ostracismo y a un recuerdo del pasado. Miremos al futuro con optimismo y demos razones para que así sea.