Con una carta abierta se despide don Antonio Goméz Cantero de la que ha sido su Diócesis durante los últimos 4 años, que dejará a finales de febrero para incorporarse como Obispo Coadjutor de Almería.
En su carta de despedida, don Antonio explica que «en este momento se me conmueve el corazón y solo se me ocurre decir ¡gracias! Gracias a los Organismos de comunión y participación (Consejo de Gobierno, de Pastoral, Presbiteral, de Arciprestes y de Consultores) he estado entre vosotros como padre y hermano. Gracias a la Curia y al personal seglar del Obispado que hacéis mover la maquinaria. Gracias a los Delegados Episcopales salientes y a los entrantes y a sus respectivos equipos. Gracias a los jóvenes que me acogisteis aquel mes de enero, tan nevado como este, y a los que venís a mi casa, incluso a pasar unos días de coloquios cargados de experiencias, de los que tanto aprendo. Gracias a tantas personas laicas que habéis pasado por mi vida y, entre cafés y mesa camilla, me habéis aconsejado, algunas tan cerca de mí y de mis preocupaciones. A los sacerdotes y al diácono permanente, que tanto me habéis ayudado y con los que también he trabajado codo con codo. A las religiosas de vida activa y contemplativa, que habéis estado ahí, muy cerca de mí, en la oración, la corrección fraterna y el consuelo. A las comunidades de religiosos que tanto colaboráis y estáis tan integrados en la vida diocesana. A los seminaristas, que cerca de vosotros, nos dejamos apasionar por el Dueño de la vid para que ese entusiasmo anime a otras personas a buscar la voluntad de Dios, sea la que sea, y así formemos comunidades vivas. También tengo presente al colegio Diocesano de las Viñas (el profesorado, el alumnado, el personal de servicio, la asociación de madres y padres) sobre el que tantos proyectos hay para el futuro. Así como las comunidades educativas de los colegios de la Iglesia y a todos los docentes de cualquier centro que, desde vuestra fe, trasmitís libertad y concordia».
«Agradezco, del mismo modo, a todas las instituciones políticas, jurídicas, de las fuerzas de orden público, académicas, asociaciones de vecinos, … entidades públicas o privadas, la apertura en el diálogo y el trabajo que hemos podido desarrollar, junto a las personas que las representáis, siempre, con buena voluntad por parte de todos, por el bien de este pueblo y de esta tierra. Quiero destacar mi entusiasmo en el trabajo en la Fundación de Santa María de Albarracín y en la Fundación Amantes, de las que soy patrono. También mi agradecimiento a los Medios de Comunicación con los que me he sentido acogido y escuchado».
«También echaré de menos a las personas de los espacios cotidianos: el bar del primer café mañanero, la librería, la frutería, la carnicería, el kiosco, el restaurante donde llevo a comer a mis invitados, la peluquería, la tienda de recuerdos y las personas que los habitan, así como todas aquellas con las que me encuentro habitualmente en la calle y paro a charlar y, sin pretenderlo, me abren los ojos a la realidad y me descubren nuevas perspectivas».
«Sois muchas personas, muchos diálogos, muchos sueños y también muchos desahogos. Tengo en la retina todo el sufrimiento que nos ha traído la pandemia, cuántos fallecidos sin una despedida digna, cuántas familias rotas por la soledad y el desvalimiento, cuántos silencios retenidos entre cuatro paredes, cuantos vacíos llenados, en muchos casos, sólo por vuestra confianza en Dios. Gracias al personal sanitario que tanto bien han hecho en los últimos latidos de muchos de nuestros creyentes. Un día, desde la fe, debemos celebrarlo en una gran Eucaristía en su memoria. ¡Nos han dado tanto!».
Por el momento, se desconoce quien será el nuevo Obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín tras la marcha de Don Antonio Gómez Cantero.