La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido la necesidad de esperar el resultado de las últimas medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus antes de estudiar opciones más severas como un confinamiento domiciliario, que ya están pidiendo varias comunidades autónomas.
Montero ha sostenido que aún es «pronto» para valorar el impacto del estado de alarma, cuya prórroga hasta el 9 de mayo aprobó ayer el Gobierno, y ha insistido en que el objetivo es evitar este tipo de medidas más drásticas pero no lo ha descartado de plano. «Vamos paso a paso», ha indicado.
A su juicio, el estado de alarma ya demostró en la primera ola ser un mecanismo «eficaz» para combatir el virus y es necesario tomar medidas «contundentes» que permitan frenar la expansión del virus «desde la prudencia, el rigor y la evidencia científica».