“14 de abril”, artículo de Anabel Gimeno

Este 14 de abril, se cumplen 90 años de la proclamación de la IIa República en España. El 14 de abril de 1931 unas elecciones locales desembocaron en un cambio trascendental en nuestro país. Se proclamó la República y el rey abandonó el país. España por primera vez tenía una oportunidad para salir del atraso y dar un salto a una verdadera democracia.
El régimen turnista instaurado con la Restauración Borbónica se había ido desgastando. Finalmente, la identificación de la monarquía con la dictadura de Miguel Primo de Rivera (iniciada por un golpe de estado en 1923), fue su golpe final. Esta dictadura fue asumida con simpatía por Alfonso XIII. El desprestigio de la monarquía había supuesto que muchos sectores la fueran abandonando. Es decir, las filas republicanas, con el paso de los años habían ido incrementándose gracias al demérito del propio monarca. Por destacar un caso concreto: el del monárquico Niceto Alcalá-Zamora, que en abril de 1930 se unió a los republicanos.
En el verano de ese año se firmó el Pacto de San Sebastián. Allí participaron representantes de la Alianza Republicana (como Lerroux o Azaña), de la Derecha Liberal Republicana (como Alcalá- Zamora o Miguel Maura), del Partido Radical-Socialista, de la Federación Republicana Gallega, de Acción Catalana, de Acción Republicana de Cataluña, de Estat Català. Además asistieron personas a título individual, como Eduardo Ortega y Gasset (hermano del filósofo). Y también recibieron el apoyo de Gregorio Marañón, por ejemplo. Más adelante a ese pacto también se adherirían el PSOE y la UGT. En ese pacto de San Sebastián acordaron una estrategia para poner fin a la monarquía de Alfonso XIII y proclamar la Segunda República.
Otro hito importante en este año 1930 se produjo en diciembre. Los capitanes Fermín Galán y Ángel García encabezaron una sublevación cívico-militar en Jaca para proclamar la República. Debía ser una sublevación coordinada en todo el país, pero no fue así. La sublevación fracasó. Ambos capitanes fueron fusilados, y numerosos miembros del Comité Revolucionario fueron encarcelados y otros huyeron al exilio. Galán y García se convirtieron en mártires de la República.
El gobierno del momento para solucionar los problemas, decidió convocar elecciones municipales para el 12 de abril. El plan era que a continuación se eligiesen diputados provinciales y posteriormente se celebrasen elecciones generales. Para la monarquía suponía volver a la normalidad anterior a la dictadura de Primo de Rivera. Sin embargo, fueron unas elecciones que lo cambiarían todo. El día 13 de abril se conocieron los primeros resultados: las candidaturas republicanas habían ganado. Los resultados fueron un mazazo para los monárquicos, que poco hicieron para evitar que su rey perdiera el trono.
Las candidaturas republicano-socialistas obtuvieron el triunfo en 41 de las 50 capitales de provincia. Los partidos monárquicos ganaron en 9. Hay que destacar que el artículo 29 de la ley electoral de 1907 marcaba que en los distritos en que el número de representantes a elegir fuera igual al número de candidatos presentados, no se celebraba elección. Es decir, en esos casos los candidatos eran elegidos de manera automática. Esto perpetuaba con facilidad el caciquismo. Por tanto, teniendo en cuenta ese norma, el hecho de que se produjera la victoria republicano-socialista en 41 de las 50 capitales de provincia demostraba una victoria absoluta.
La primera localidad española donde se proclamó la República fue la localidad guipuzcoana de Eibar. En Aragón fue Jaca la primera ciudad en proclamarla.
En Teruel José Borrajo Esquiu, máximo dirigente del Partido Republicano Radical en Teruel, médico de profesión, se convirtió en alcalde al encabezar la candidatura de la Conjunción Republicano-Socialista. Su candidatura se impuso por 14 concejales, frente a 5 monárquicos. José Borrajo Esquiu fue el que en la tarde del 14 de abril de 1931 proclamó la República en Teruel.

En junio se celebraron elecciones legislativas y se inició un proceso constituyente. Para las elecciones legislativas del 28 de junio de 1931 la derecha antirrepublicana concurrió dividida y no presentó candidaturas en parte de las circunscripciones. Las elecciones dieron un triunfo rotundo a la Conjunción Republicano-Socialista. Y se inició un programa de grandes reformas en España: sufragio universal (el voto de las mujeres), reforma agraria, educación públíca laica. Erradicar el analfabetismo y cambiar un país atrasado y con enormes desigualdades. Quizá lo más destacado fue la importancia que se dio a la formación de maestras y maestros, y la construcción de escuelas, muy especialmente en el medio rural. Se programaron 27.000 escuelas en 5 años. Una oportunidad de oro para que España saliera del atraso y se liberara del caciquismo.
Alfonso XIII se marchó ya la noche del 14 de abril, no tenía apoyos para intentar nada. Pero es cierto, que desde el mismo momento de la proclamación de la República, la conspiración por parte de quienes lo han tenido todo siempre (terratenientes, grandes fortunas, la jerarquía de la Iglesia Católica,….) es ya una realidad en España. Una conspiración que no cesa hasta que se produce el golpe de estado franquista, y el fracaso de dicho golpe llevó a una guerra civil. Y la victoria franquista instauró una dictadura totalitaria, cargada de represión y que nos mantuvo en el atraso. Y todavía con una versión de la interpretación histórica que nos aleja de las condenas del fascismo propias de otros países europeos.
Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Teruel aún tiene pendiente la adquisición y colocación de una placa dedicada a los tres alcaldes de la República (José Borrajo Esquiu, Pedro Fabré y Ángel Sánchez), que fueron víctimas del golpe de estado, la guerra y la represión posterior. Es tristísimo que una cosa tan modesta como una placa de recuerdo aún no haya sido instalada, tras más de 2 años de haber sido tomado el acuerdo plenario (noviembre de 2018). Esta “dejadez” evidencia el poco interés por cumplir el acuerdo por parte del equipo municipal de gobierno. Esto demuestra qué significa la democracia para algunas fuerzas políticas de este país.

Anabel Gimeno

Profesora de Historia