La nueva consejera de Sanidad tiende la mano al diálogo con los profesionales

La nueva consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha tomado hoy posesión de su cargo, agradeciendo al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, la oportunidad de dirigir la sanidad pública aragonesa, dado que se define como médica vocacional, y “firme defensora” del Sistema sanitario público desde sus convicciones ideológicas, por lo que ha argumentado que existen momentos, como el actual, en los que es necesario hacer un ejercicio de responsabilidad y dar un paso al frente aceptando retos que, en otros momentos menos difíciles, había eludido.

Por su parte, el presidente aragonés ha dicho no tener palabras para reconocer la generosidad de su ofrecimiento, en virtud de su entidad y proyección profesional, ante el difícil reto que tiene por delante en medio de la crisis sanitaria de la pandemia y ha alabado que incluso un portavoz parlamentario así lo haya reconocido también esta mañana en las Cortes durante su comparecencia –refiriéndose al portavoz de Ciudadanos-. Y ha advertido que, tras la crisis sanitaria, donde parece que se ve luz al final del túnel, habrá que hacer esfuerzos “ímprobos” para afrontar la crisis sanitaria y social y no escatimar medios para que el sistema funcione incluso mejor, después de lo ocurrido.

“Tengo un gran amor a mi profesión, me siento plenamente integrada y comprometida con mis compañeros, con todo el sector sanitario, también con los pacientes. Tengo la suerte de trabajar en una profesión con la que disfruto y con la que me siento gratificada día a día”, ha compartido Sira Repollés con los presentes en el reducido acto de toma de posesión de su cargo.

Tras admitir que no tiene experiencia en gestión, se ha comprometido a compensarlo con la fuerza e ilusión con que ha aceptado el reto que, y tratará de seguir consolidando el sistema sanitario aragonés, «dado que nuestra sanidad “está entre las más valoradas de España, tal y como viene poniendo de manifiesto la Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública, que la coloca entre las cinco primeras”.

Sira Repollés también ha dedicado unas palabras a su antecesora considerando que, en este contexto, “es un rasgo de valentía y ética asumir las consecuencias de los errores que conlleva el ejercicio de la actividad política, y más cuando se trabaja en las condiciones de intensidad y estrés que conlleva esta crisis sanitaria”. Además, ha pedido que con ello no se esturbie el hecho de que Aragón se encuentra hoy en la Fase 1, gracias a la labor de los trabajadores y de la propia consejera saliente y su equipo.

“Esta pandemia nos ha sacudido como un tsunami, y, aunque la solidez de nuestro sistema sanitario y el trabajo sobrehumano de nuestros profesionales, ha hecho que nuestros cimientos resistieran, mas de 800 aragoneses han perdido la vida, y ha dejado al descubierto aquellos elementos más frágiles de nuestra sociedad (ancianos, personas sin recursos, enfermos psiquiátricos, mujeres confinadas con sus maltratadores…) que nuestra sanidad tiene obligación de proteger”, ha subrayado Repollés.

Para reparar las heridas que inevitablemente deja esta crisis, ha tendido la mano a las entidades profesionales y sindicales para hablar, para dialogar, para establecer acuerdos desde la responsabilidad de todos. Y ha apuntado en la dirección de seguir las líneas ya iniciadas de potenciación de la Atención Primaria, «que adquiere un papel protagonista en este nuevo escenario, reconociendo el trabajo que se realiza diariamente en los centros de salud con recursos muy limitados, en la atención en el medio rural, en los profesionales de hospitales, en definitiva, en todo nuestro sector sanitario, sin olvidar que nuestra prioridad ahora es superar esta terrible pandemia». Pero ha afirmado a continuación que «entre todos lo vamos a conseguir».

La nueva consejera de Sanidad ha terminado su intervención con versos del poeta Miguel Hernández: “Pero hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida”.

Unos versos que también le han recordado a su padre, al que el presidente Lambán también conoció personalmente, así como a su hermano (el primero fue presidente de la Diputación de Zaragoza y el segundo, alcalde de Caspe) y a cuyo sentido de estado ha apelado, para anteponer el interés general al de partido, una actitud que considera primordial para facultar a los mejores a urdir lazos y pactos, “algo especialmente relevante en momentos como este”.

Por ello, Lambán ha vuelto a subrayar que “para ese proyecto de sanidad y de país, tu implicación es fundamental y considero uno de mis mejores éxitos que hayas aceptado el cargo”.

El acto de toma de posesión ha sido más reducido de lo habitual, donde han estado presentes las principales autoridades (delegada del Gobierno, alcalde de Zaragoza, presidente de las Cortes, Justicia de Aragón, consejeros del Gobierno y representantes de partidos políticos con representación parlamentaria, presidente de la Cámara de Cuentas y los familiares más íntimos de la consejera).